El fin de semana pasado estuve haciendo una visita al cementerio civil de Madrid. Madrileño de nacimiento, muchos años viviendo en Madrid y no conocía la historia de este cementerio. En este Cementerio Civil encontramos las tumbas de varios de los protagonistas de la historia contemporánea de España (políticos, librepensadores y poetas comunistas) pero también hay numerosas cruces pertenecientes a sepulcros en los que se hallan inhumadas personas que profesaban una confesión cristiana diferente a la católica.
En el año 1883, se dictó una orden que se debían disponer de un
cementerio civil separado del supuestamente católico romano, a fin de
diferenciar a los difuntos católicos de los que no lo eran. Por esta razón, en
el Cementerio Civil de Madrid se hallan enterrados protestantes, pero también
hay estrellas de David sobre sepulturas judías.
Una de las razones que nos explicaron era porque esas
personas que no eran católicos romanos no podían ser enterrados en un lugar
“santo” Es la consecuencia de tiempos pasados en los que se remachó la idea de
que los comunistas, masones, judíos y cristianos protestantes eran el diablo.
Aun me encuentro con muchas personas que piensan que en las iglesias cristianas
evangélicas te lavan el cerebro y ven a estas iglesias como sectas que te
obligan a creer y hacer cosas contrarias a tu voluntad.
Las sectas controlan a sus miembros y los obligan a creer doctrinas
dictadas por sus líderes. En la mayoría de sus reuniones, a los que están
adentro se les impide salir, ya sea físicamente o mediante amenazas a sus
familias o su reputación. No hay lugar para la disidencia u otras opiniones. Las
reuniones están encabezados por líderes que tienen el máximo control y poder
sobre los que están más abajo en la organización. Es algo terrible ser atrapado
en una secta, he conocido a una variedad de personas que han salido de ese tipo
de ambiente increíblemente dolidas y confundidas.
Pero el cristianismo no es así en absoluto. Y bajo mi
humilde punto de vista lo quiero aquí exponer:
En las iglesias cristianas protestantes, la autoridad está
en la Biblia, no en los líderes. La enseñanza cristiana es explicar y aplicar
lo que Dios nos dejo escrito en la Biblia. Un buen sermón no es aquel en el que
un líder fuerte dice, en esencia, "esto es lo que digo, y debes confiar en
mí y creerlo". Un buen sermón es aquel en el que el predicador dice, en
esencia, “la Palabra de Dios dice, y ves que tiene sentido”. Hasta los pastores
de una iglesia están sujetos a lo que dice la Biblia; no hay una persona que
decida lo que está bien y lo que está mal.
Cualquiera es libre de dejar una iglesia. Por supuesto,
ninguna iglesia quiere que la gente se vaya. Pero unirse a una iglesia es un
acto voluntario y salir es libre. Si alguien cambia de opinión sobre el
evangelio, esperemos que los miembros de esa iglesia y sus pastores les hablen al
respecto y oren con ellos. Pero no hay coerción. Queremos que la gente ame a
Dios con todo su corazón, alma y mente, no porque alguien los obligue a
quedarse donde no quieren estar.
Hay enseñanza, pero no es lavado de cerebro. Los cristianos
se enseñan unos a otros en sus iglesias. A veces, esto se conoce como lavado de
cerebro por parte de personas ajenas. No lo es; al igual que con otras
enseñanzas de la Biblia, se alienta a todos los asistentes a hacer lo correcto, a
ocupar sus mentes, en cosas verdaderas, en todo lo honesto, todo lo justo, todo
lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre. (Filipenses 4.8)
Las Iglesias
Evangélicas Cristianas, tienen como base la palabra de Dios, son congregaciones
reconocida según las leyes formales del país y el único fin o principio que
persigue es, predicar el Evangelio como novedad de una nueva vida a las viejas
costumbres y tradiciones en que viven los hombres por practicar una mera y
simple religión sin conocimiento, sin vida y sustento en la Palabra de Dios.
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