La división entre los no creyentes y los creyentes crece
cada vez más. Muchas personas no creyentes, ateos, etc, consideran a los cristianos como fanáticos,
manipuladores, odiosos y sentenciosos.
Muchas de estas personas creen que la mayoría de los problemas,
aflicciones y guerras del mundo se debe al pensamiento radical, a los ideales
discriminatorios de los cristianos, y las historias barbáricas de la Biblia.
Por otro lado algunos defensores del cristianismo se consideran como la única
fuente de lo bueno, de lo correcto en la sociedad.
Este radicalismo no beneficia a nadie, tenemos que tener un
enfoque más balanceado. Los cristianos no tenemos el monopolio en cuanto a lo
bueno. Conozco personas que sin ser creyentes aman a sus vecinos y son
generosos, son ciudadanos excepcionales y padres y esposos amorosos. Por otra
parte, algunos que declaran seguir a Jesús no reflejan mucho el carácter de
Jesús en sus vidas. Ciertamente hay algunas personas creyentes que lo único que
practican es una religión farisaica.
Uno de los mayores problemas que existen en cuanto a esta
división es que muchas veces confundimos la religión con el verdadero
cristianismo. Algunas religiones han sido un catalizador de muchos de los problemas
del mundo, y hoy incluso son una amenaza para la coexistencia pacífica de la
humanidad. Nadie debería defender las enseñanzas de algunos hombres que
vagamente declaran afinidad con Dios, pero que con sus hechos
invalidan sus mandamientos (Marcos 7.7-9).
No estoy defendiendo a cualquiera que lleve el nombre de
Cristo. Frecuentemente se juzga al cristianismo por las fallas de algunos, pero
no debería ser así, no se puede culpar a todos los cristianos, porque algunos ejerzan imitaciones baratas. La
presencia de falsificaciones no niega el valor de lo genuino. El cristianismo
adulterado no tiene el poder de salvar, porque el poder todavía reside en el
original. Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para
salvación a todo aquel que cree; al judío primeramente, y también al griego. (Romanos
1.16).
Nadie es perfecto, hay errores morales, éticos y personales
entre los seguidores de Cristo, aunque tal vez menos de lo que muchos suponen.
Esto no prueba que el Evangelio no sea eficaz. Jesús tuvo a Judas entre los
apóstoles. Él advirtió que “el amor de muchos se enfriará” (Mateo 24.12)
Es fácil decir sin investigar: “Todas las religiones son
iguales”. Pero lo fácil no siempre es lo mejor. Nosotros tenemos la capacidad,
el tiempo y la inteligencia de leer, comparar y hacer una evaluación justa.
Para ser intelectualmente honestos, debemos hacer esto. “Venid ahora, y
razonemos” (Isaías1.18, LBLA).
El cristianismo es bueno para la sociedad, si todos
siguieran a Jesús de una manera correcta y Bíblica, convencido estoy que hoy el
mundo sería un mejor lugar mañana. El evangelio guía a ser mejores personas, a
mejorar la salud, hace las vidas más felices y más prolongadas. El cristianismo
es grandioso hoy, pero con el cristianismo, lo mejor todavía está por venir.
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