Pablo dirigiéndose a la iglesia de Corintios, (Cap. 13 ver.
5), les insta a que se examinaran. Unas de las definiciones de la palabra
examinar es, “reconocer la calidad de
algo, viendo si contiene algún defecto o error”.
Y esta era la razón por la que Pablo les pide examinarse porque
en la iglesia de Corinto había el peligro de que muchos estaban auto-engañados,
tenían muchos defectos y erraban en la doctrina.
En Corinto habían muchos desordenes, tenían todos los dones
espirituales, y sin embargo, poco conocimiento de Cristo. Las peleas entre
hermanos, las divisiones dentro de la iglesia, la fornicación, la idolatría, la
murmuración y acusación contra Pablo y los líderes de la iglesia, la falta de
amor, la falta de santidad e indiferencia en la Cena de Señor, el desorden en
el uso de los dones espirituales, el mal uso de hablar en lenguas, el orgullo
de algunos que no ofrendaban. De los cuales solo algunos mostraron verdadero
arrepentimiento, pero otros seguían igual. Muchos seguían auto-engañados porque
no había evidencias de una fe verdadera.
Por eso Pablo nos dice: Examínense ustedes mismos. Pónganse
a pensar en su manera de vivir.
Este auto-examen es para saber si estamos en la fe verdadera.
Es saludable para nuestra alma examinarnos. Y nos da consuelo y seguridad
cuando luego de examinarnos somos hallados completos y aceptados por Dios.
1- ¿Sientes atracción por Dios, lo cual te lleva a tener una
continua comunión con Él? (1 Juan 1.6-7). La presencia o ausencia...el disfrute o no de
la presencia de Dios habla de mi condición espiritual.
2- ¿Llevas una vida de obediencia a su palabra? (1 Juan 2.
3-6). Debemos andar como El anduvo.
3- ¿Rechazas las cosas y deseos del mundo? (1 Juan 2.15-16)
No puede ser que como cristianos busquemos los mismos deseos del mundo. Si
buscamos ser aceptados por el mundo, estamos rechazando a Dios.
4- ¿Anhelas el retorno de Cristo? (1 Juan 3.2) El deseo
ferviente de ver a Cristo.
5- ¿Deseas santificarte, consagrarte cada día para Dios? (1
Juan 3.3) La ausencia de ese deseo es una clara señal de no vivir bajo la
palabra de Dios.
6-¿Amas a todos aquellos que forman parte de la familia de
Dios o tienes un grupo exclusivo? (1 Juan 3.11).
Solo Dios conoce nuestra condición espiritual de manera exacta
pero esas preguntas basadas en la Palabra de Dios, nos dan indicios de donde
estamos y como estamos. La palabra de Dios es útil para corregir nuestras
vidas.
A todos nos hace bien examinarnos. Debemos examinar nuestra
vida a la luz de las
Escrituras. Si nos hemos arrepentido y creído en
Jesucristo verdaderamente entonces este auto-examen nos dará consuelo y
confianza de saber que estamos en Cristo, sí nuestras respuestas fueron del
todo o parcialmente negativas, hoy es el día de ir a la cruz y renovar nuestro
compromiso con Dios.
Examinémonos.
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