13 julio 2014

Conciertos, Convecciones y Conferencias

Con la llegada del verano, también llegan muchos acontecimientos Evangélicos, conciertos, convenciones, conferencias, todos estos acontecimientos tienen algo  en común que cobran la entrada. Entiendo que son grandes ministerios y que tienen muchos gastos, pero este es el problema que contra mas grande es el evento, (luces, sonido, músicos vídeos), mas grande son los gastos y mas tiene de espectáculo y menos de evangelismo. 


Cuando Jesús mando predicar a los discípulos les dijo que habían recibido gratuitamente la autoridad para predicar, y debían realizar la obra de Jesús sin exigir nada a cambio, o sea que no debían cobrar sus servicios espirituales porque el evangelio ni se compra ni se vende, Jesús enseñó a sus discípulos un principio que debía guiarlos al salir a predicar: "De gracia recibisteis, dad de gracia". [1] Como Dios ha derramado sus bendiciones sobre nosotros, debemos dar a otros con generosidad nuestro tiempo, amor y posesiones.

Siempre que se comenta algo parecido a esto, siempre surge la misma pregunta ¿Y quién cubre los gastos? Jesús también nos da la repuesta, tenían que ir desprovistos de bienes, debían confiar en la provisión de Dios a través de la hospitalidad de otros, debían confiar en aquel que le ha llamado para el Ministerio, o sea confiar plenamente en el Señor que suplirá todas nuestras necesidades.

En una entrevista a Jesús Adrian Romero sobre porque se cobra en los conciertos, la respuesta fue: Cuando alguien paga la entrada a un concierto, está pagando por el valor intrínseco del concierto: Alquiler del estadio o auditorio, equipo de sonido, luces,  video, publicidad, pasajes de avión, hoteles, alimentación. Si verdaderamente nuestro propósito no es ganar dinero, y si predicar el evangelio nos privamos de estadios costosos, de grandes equipos de sonidos, luces, humos de colores, vídeos, publicidad, y el resto;  viajes, hospedaje y alimentación lo hacemos como se ha hecho siempre con las ofrendas y en los domicilios particulares de los hermanos, la palabra de Dios como siempre es clara al respecto: “Cuando lleguéis a un pueblo o aldea, buscad a alguien digno de confianza y quedaos en su casa hasta que salgáis de allí.  [2]

Si no se hace así, conciertos, seminarios, convenciones y demás eventos será para quien los puede pagar, y hay personas que no pueden comprar lo intrínseco ni lo simbólico. Dicho de otra manera, hay gente sin medios económicos, necesitada del evangelio, pero que no puede pagar a ciertos “artistas cristianos” el pasaje de avión, el hotel de 4 ****, las luces, el humito y toda la parafernalia que se hace en estos eventos por lo tanto no podrá ser ministrada su necesidad espiritual.

Con esto, no estoy intentando atacar ni  criticar a ninguna persona ni ministerio en particular, ni siquiera juzgar sus actos, creo que la misma palabra de Dios juzga nuestros actos y las intenciones de nuestro corazón.
Lo que sí quiero dejar bien claro, es  que Jesús nos enseñó como evangelizar y que, por alguna razón  hoy no se lleva a cabo. Seguro que muchos se enfadaran, que no estarán de acuerdo, dirán que aquellos tiempos no son los de ahora, e infinidad de excusas, pero tenemos que tener en cuentas algunos detalles:
Si alguno se enfada, que se enfade con Dios pues no lo digo yo, lo dice la palabra de Dios.
Si decimos que la Biblia es nuestra guía, que sea para todos nuestros quehaceres, no solo para los que nos interese.

Por lo tanto si nuestros eventos son verdaderamente para que más personas conozcan a Dios despojémonos de toda parafernalia y seamos conscientes y hagamos realidad la palabra de Dios en nuestra vida, si de gracia recibimos, debemos dar de gracia, lo demás es antiblibico.




[1].- Mateo 10.8
[2].- Mateo 10.11  


No hay comentarios:

Publicar un comentario

ÚLTIMA ENTRADA PUBLICADA

El Dios de las segundas oportunidades

Hoy en día, si cometes un error, estás perdido. Un tweet incorrecto puede significar que tengas un grave problema. Un comentario irreflexivo...