Todos sabemos que si hay algo bueno en las Navidades es
que hay un ambiente especial, todo es amabilidad, nos ponemos sentimentales y
nos deseamos cosas buenas, y hasta perdonamos nuestros fallos y errores, todos
tratamos de estar de buen humor, tratamos de disculparnos los unos a los otros,
como que damos lo mejor de nosotros mismos. ¿Pero qué pasa cuando se acaba la
Navidad?.
Sencillamente que
estas buenas vibraciones se terminan, es como que se termina el encantamiento y
nos volvemos “ogros”. Esta semana lo he podido comprobar en mi persona, lo que días
atrás había sido todo amabilidad, esta semana la misma persona me lió una bronca enorme, el encanto se había
terminado.
¿Has pensado por un momento que pasaría si el encanto de estos
días de Navidad se prolongara durante todo el año? Yo creo que nuestra vida y
nuestro mundo serían completamente distintos. Ahora que volvemos a la realidad,
al trabajo, a la escuela, a la universidad, sería bueno pensar algo por mejorar
el mundo, ¿no crees? ¿Pero qué podemos
hacer nosotros por mejorar nuestro entorno?
Basta simple y sencillamente que nos decidamos a dar lo mejor de
nosotros todos los días, a prolongar por todo el año el buenísimo ambiente de
la Navidad. Cierto que no es cosa fácil, pero lo podemos ir ensayando todos los
días. No, nos va a salir a la primera, pero lo bueno es que ya sabemos cómo
hacerlo. Pon tú mejor cara, disculpar los errores de los demás, pide las cosas
por favor, tratar de no criticar a nadie. Bueno, para que seguir. Hay una lista
grandísima de cosas que sabemos muy bien que se pueden mejorar.
De ti y de mi depende que el buen ambiente continúe, cierra los ojos imagina una Navidad eterna, ¿Te gustaría? Ahora... abre los ojos y ponte en marcha.
De ti y de mi depende que el buen ambiente continúe, cierra los ojos imagina una Navidad eterna, ¿Te gustaría? Ahora... abre los ojos y ponte en marcha.
¡Sí se puede! ¡Sí se
puede!
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