No se puede negar la importancia de la navidad. Basta mirar
lo que está pasando en tu ciudad, escaparates atestados de regalos, árboles
iluminados de todos los tamaños; las casas, las calles, las vitrinas, todo
espacio se llena con infinidad de luces de colores.
Muchas personas se preparan para viajar, se realizan compras, se hacen listas enormes de regalos; los horarios se alteran, el trabajo se recarga.
Muchas personas se preparan para viajar, se realizan compras, se hacen listas enormes de regalos; los horarios se alteran, el trabajo se recarga.
Pero te has parado a pensar que estas celebrando en estas
fechas. He oído un comentario del Sr. Llamazares diputado del congreso por IU,
que decía que el celebraba la navidad, pero no por lo religioso, si no por el reencuentro
familiar. Sr. Llamazares y todos aquellos del mismo
pensamiento, la palabra Navidad es procedente de la palabra
"Natividad", la cual significa "Nacimiento". En otras
palabras, es indudable que la
celebración de las Navidades alude a un "Nacimiento". ¿El nacimiento
de quién? El Diccionario de la Real Academia Española, en su definición de
"Navidad" nos proporciona la respuesta: "navidad, Natividad de
Nuestro Señor Jesucristo".
Por lo tanto la navidad está centrada en el mensaje de amor
que Jesús nos trajo hace más de dos mil años. Navidad es algo que nació en el
corazón de Dios que quiso enviar a su hijo Jesús para salvarnos. Pero la navidad
se hace real en nosotros cuando permitimos que su gran significado nazca en nuestros
corazones. Que las luces, las fiestas, las compras y todas las actividades que
tenemos en estos días no nos distraigan del verdadero significado de lo que
realmente es NAVIDAD. ¡Celebrémoslo tal
y como la ocasión lo merece!
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