¿Nos preocupa a nosotros el estado perdido de nuestros familiares, amigos y vecinos? ¿Qué estamos haciendo para advertirle de su condición sin Dios?
Hay una historia en la Biblia que nos habla de un hombre llamado Jonás que estaba dispuesto a servir a Dios
, pero no en labores tan complicadas como predicar el Evangelio, y por este motivo huyó. Jonás no estaba dispuesto a sacrificar su comodidad, el era cristiano, asistía a los cultos, ofrendaba, cantaba, pero ¿ir a predicar el evangelio y decirles a la gente que se arrepientan? ¡No, eso no, es muy peligroso, ¿eso de acompañar a los hermanos a evangelizar? ¿Decir a los amigos, familiares y vecinos que están perdidos? ¡Es muy complicado!
, pero no en labores tan complicadas como predicar el Evangelio, y por este motivo huyó. Jonás no estaba dispuesto a sacrificar su comodidad, el era cristiano, asistía a los cultos, ofrendaba, cantaba, pero ¿ir a predicar el evangelio y decirles a la gente que se arrepientan? ¡No, eso no, es muy peligroso, ¿eso de acompañar a los hermanos a evangelizar? ¿Decir a los amigos, familiares y vecinos que están perdidos? ¡Es muy complicado!
¿Estamos más preocupados por nuestra comodidad que de las almas perdidas, por las cuales también Cristo murió? ¿Qué esfuerzo hacemos para cumplir las órdenes de nuestro Señor?
La historia nos sigue contando que mientras Jonás dormía los paganos de rodillas rogaban a sus dioses
Hay grupos que se llaman “Cristianos” que invaden plazas, calles y domicilios con un evangelio distorsionado, mientras muchos cristianos dormimos. ¿Somos nosotros cristianos que estamos durmiendo mientras hay personas perdidas, sin esperanza?, ¿Qué haremos?¿Seremos como Jonás, que buscaremos cualquier escusa para escapar de nuestro deber como cristianos?
El final de esta bella historia nos dice que después de muchas dificultades, Jonás mostro un cambio de actitud y fue a Nínive conforme a la palabra de Jehová y predico el evangelio.
Dios también espera un cambio en nosotros.
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