Hay una prueba deportiva que quizás sea las más dura de todas, esta prueba llamada "Ironman" (hombres de hierro) consiste en nadar 4 Kms, recorrer 180 Kms. en bicicleta y correr una Maratón, (42,195 Kms.). A menudo se dice que hay tantas historias como atletas en los eventos de Ironman, esta es la historia de Dick Hoyt que participo en una competición y la termino acompañado de su hijo Rick que es físicamente minusválido. Mientras nadaba, arrastraba a su hijo en un bote; en la bicicleta; este iba sentado delante de su padre; y durante la carrera el padre le empujaba en una silla de ruedas. Rick dependía totalmente de su padre, pero este llego a la meta.
Hay un paralelismo entre esta historia y nuestra vida espiritual, tal como Rick estaba supeditado a su padre, así también nosotros dependemos de Cristo para completar la carrera cristiana y llegar a la meta.
Intentamos esforzarnos en agradar a Cristo, y hacer su voluntad, pero nos damos cuenta que a pesar de nuestras mejores deseos e intenciones, solemos tropezar una y otra vez, y vemos la meta muy lejos. Nos damos cuenta que con nuestras fuerzas es imposible y necesitamos la ayuda de nuestro “Padre Celestial”.
No podremos terminar la carrera cristiana sin ayuda, Tenemos que hacerlo dependiendo del Jesucristo, recordando las palabras del apóstol Pablo,….ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí.
No hay comentarios:
Publicar un comentario