Los trabajadores que han entrado en las instalaciones de la central de Fukushima para enfriar los reactores dañados y el material irradiado son los nuevos héroes de Japón, los hombres dispuestos a sacrificar sus vidas por salvar a la nación.
Es su trabajo es su deber pero saben que se están jugando la vida, pero si consiguen lo que pretenden, habrán salvado la vida de muchos. Estos héroes saben que la inseguridad es lo que se respira allí dentro, pero pese a todo ello todos se han planteado defender las vidas de otros, poniendo sus vidas en peligro. Hay personas que asumen que la vida de otros es más importante que la suya propia, hasta el punto de dar su vida por la de muchos.
No podemos olvidar que la referencia de todo esto, es Jesucristo. Dios pagó, con la vida de su Hijo, el más alto precio que se puede pagar. Jesús aceptó nuestro castigo, pagó el precio de nuestros pecados, y luego nos ofreció una nueva vida que nos compró con su muerte.
Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. (Juan 3.16)
No hay comentarios:
Publicar un comentario