Planificar con la actitud correcta

Hace ya unos años servía en un Ministerio cuando recibimos la visita de un hermano misionero, yo muy orgulloso de lo que Dios estaba haciendo con nosotros, le conté las múltiples actividades y trabajos que desarrollaba, todo planificado al milímetro, no había nada que se escapara de mi control. Sinceramente esperaba que este hermano me felicitara. Pensaba que al oír todo lo que hacía diría “Que bueno hermano Esteban todo lo que Dios te ha dado y está haciendo contigo, todo tan bien planificado, todo tan bien controlado”. Sin embargo me dijo; “Esteban todo esto está muy bien, ¿pero cuentas con Dios?, ¿dejas hacer algo a Dios? Entonces comprendí que todo que planificamos, todos nuestros proyectos tenemos que contar con Dios.

Tenemos que planificar, es bueno e imprescindible, pero con una buena actitud, nunca con autosuficiencia y orgullo. Aunque muchas veces no nos percatamos de ello o no lo queramos aceptar, pero nosotros no tenemos el control de nuestra existencia ni de los que pueda ocurrir mañana. Es bueno que cada vez que planifiquemos en nuestro trabajo, estudios, negocios, ministerio, iglesia, o lo que fuere, debe haber un reconocimiento sincero y de corazón que todo eso haremos, si Dios nos concede la vida y la gracia para lograrlo. Es bueno planificar y tener metas, pero las metas nos pueden decepcionar si dejamos a Dios fuera de ellas. No vale la pena hacer planes como si Dios no existiera porque el futuro está en sus manos. ¿Qué le gustaría estar haciendo dentro de diez años? ¿En un año? ¿Mañana? ¿Cómo reaccionaría si Dios interviniera y modificara sus planes? Planifique por adelantado, pero no nos aferremos mucho a nuestros planes. Si ponemos los deseos de Dios en el centro de nuestros quehaceres, El nunca nos decepcionará. Planifiquemos con la actitud correcta: Con la humildad de saber que dependemos de Dios, con la responsabilidad de saber que a Él tenemos que rendir cuentas, y con la confianza que si planeamos conforme a su voluntad, él nos bendecirá para alcanzar todas nuestras metas.