En estos días se cumple nuestro décimo aniversario de boda. Han sido diez años que han pasado muy rápido, pues me da la sensación de que fue hace unos días. Lo único que nos comprueba de que no es así es que tenemos una hija de 9 años que permanecen como testimonio de los años de nuestro matrimonio. Este día es de gran celebración para nosotros ya que queremos demostrarle a nuestra hija la importancia del matrimonio y lo hermoso que puede ser cuando se hace bien. Como toda pareja hemos tenido nuestros momentos complicados pero más han sido los días de alegría, y amor. Queremos honrar a nuestro Señor por lo especial que El ha sido para con nosotros y por enseñarnos que mejor son dos que uno cuando el amor de El esta manifestado en nuestros corazones.
Las muchas aguas no podrán apagar el amor.
Ni lo ahogarán los ríos. (Cantares 8.7)
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