El sermón del domingo pasado trajo su polémica. Lo titule
“Las buenas intenciones nos son suficientes” Lo que quería enseñar no era otra
cosa que no es suficiente decir “Señor, Señor para entrar en el Reino de los
Cielos” que seguro que es una buena decisión, pero insuficiente porque dice la
Palabra de Dios que solo entraran los que hacen la voluntad de Dios. (Mateo 7.21).
A través de este sermón tuve una charla con una persona que oyó el sermón, y lo
que me comento me dejo un poco perplejo. Comparaba lo dicho en este sermón con
las buenas intenciones que tiene Jesús de cumplir todas nuestras promesas, pero
que al final se quedan en eso, en buenas intenciones, porque nunca se llegan a
cumplir.