El Señor Jesús nos dice que los verdaderos cristianos han de
ser como luz en el mundo. “Vosotros sois la luz del mundo. Se supone que
debemos ser influencia permanente en este mundo de tinieblas. Los que viven a
tu alrededor deben ver tu luz… tu vida debe ser de influencia para “alumbrar a
todos los que están en casa”. Tu vida debe ser puesta en un sitio visible, para
que tus amigos, vecinos, compañeros, familiares y cuantos se acerquen a tu
“círculo de influencia” puedan apreciar la presencia de Dios en ti. Pero si
escondes tu vida… si evitas ser visto en tu mundo… no sólo ese mundo será
afectado, sino que tú eventualmente terminarás apagándote.