“Señor, enséñanos a orar”, [1] le piden los
discípulos a Jesús, sin embargo ellos sabían mucho de oraciones, eran judíos y
tenían que recitarlas varias veces durante el día. Sin embargo ellos están
empeñados a que les enseñen a orar:
¿Y nosotros sabemos cómo orar?, o también tenemos la
necesidad de acercarnos al Señor y decirle, “Señor enséñame a orar”
Yo personalmente he tenido que hacerme esta pregunta porque algo de mi me decía que no lo estaba haciendo bien, me sentía como que había adoptado una actitud egoísta en la oración. Estaba más preocupado por las cosas materiales que por las realidades espirituales de mi vida. En resumen había adoptado una postura egoísta en la oración, en vez de adoptar una postura Bíblica de honra a Dios.
Jesús les enseña a través de la Palabra de Dios, y yo tengo
que aprender a orar a través de la Palabra de Dios
La verdad es que nuestras oraciones no están llenas de peticiones
de las Escrituras porque no estamos llenos
de la Palabra de Dios y sus prioridades. Por consiguiente, a menudo termino
de orar por las cosas equivocadas, o mejor podría decir, no oro por las
cosas correctas. No digo que no sea importante orar por las cuestiones
materiales, pues es tanto permisible y necesario, pero hay cosas más importantes
en la vida.
En resumen, nuestra condición espiritual es mucho más
importante que nuestra condición material o física. El orar no es una
ciencia pero hay una forma correcta y una incorrecta de hacerlo.
[1].- Lucas 11.1
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