¿Alguna vez te has sentido como si lo que haces en tu vida no es apreciado o no merece la pena? Me refiero a esa sensación en la que parece que no hay nadie que reconozca tus esfuerzos por “mejorar” Todavía se te hace más difícil si estás empeñado en seguir a Jesús; quizás es porque la vida cristiana cuesta. Seguro que tenemos algunos días en los que cuestionamos algunos de estos esfuerzos o sacrificios. No te desalientes, El Señor nos dejo un mensaje:
Así que, hermanos míos amados, estad firmes y constantes, creciendo en la obra del Señor siempre, sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es en vano. (1 Corintios 15.58)
Es un mensaje de confianza para nuestras convicciones:
“Estad firmes y constantes”
Es un mensaje para no bajar la guardia:
“Creciendo siempre”
Es un mensaje que da sentido a nuestro vivir diario:
“Sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es vano”
Y su señor le dijo: Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu Señor. (Mateo 25.21)
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