Sorprende lo poco que un cristiano tarda en abandonar la tarea que el Padre le ha encomendado hacer. Este asunto de ser cristiano no es un paseo de domingo. Reflejar la luz de Dios en un mundo de tinieblas es un trabajo de tiempo completo. Debemos orar, y estudiar al respecto de tal manera que nos presentemos aprobados delante de Dios. La mayoría de nosotros nos levantamos los domingos por la mañana y vamos a sentarnos a una iglesia, nos saludamos, hablamos y disfrutando de la mayor comodidad, y hasta el domingo siguiente. La verdad es que somos flojos, indisciplinados y faltos de determinación. Amigo, Dios desea llevar acabo su obra con los que están genuinamente comprometidos con Él.
¿Te tomas en serio tu vida cristiana? Entonces comienza hoy algo que edifique el Reino de Dios para la beneficio de los demás, porque hoy mas que nunca es tiempo de sembrar.
El Señor renueva nuestras fuerzas, (Salmo 92.10), porque hay mucho trabajo que hacer, es tiempo de sembrar, regar, cuidar, cosechar, pelear, de avanzar, no te detengas, prepárate, porque serás llamado, hay proyectos muy importantes que el señor a dispuesto para ti, no digas que no, tienes que estar dispuesto a caminar la milla extra, no desmayes el Señor te ayuda.
Ha llegado el tiempo de dejar a un lado todo aquello que te roba tiempo para la obra del Señor, todo aquello que te despista, para leer, orar, evangelizar, que te quita energías, que te roba concentración. Es tiempo de avanzar en el compromiso. Cuando tenemos este compromiso la demanda sobre nosotros aumentará. El Señor empezara a pedirnos más tiempo, más dedicación, mas entrega. Estamos frente a tiempos donde se nos va a pedir mas de lo que has estado acostumbrado a dar.
El Señor no esta convocándonos a un tiempo de mayor compromiso con la edificación del reino. Es tiempo de edificar “Mi Casa”, dice el Señor, por eso nos da instrucciones para que subamos, caminemos, nos esforcemos, nos levantemos y vallamos al monte a traer madera para edificar su Casa, Se acabo el tiempo para la falta de compromiso, se acabó el tiempo de caminar sin asumir responsabilidades, es tiempo de avanzar y de hacer grandes esfuerzos
Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que usa bien la palabra de verdad. (2Timoteo 2.15)
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