Si hay un Evangelio que se preocupen de las mujeres este es
el del evangelista Lucas porque a lo largo de todo el evangelio menciona cuánto
se preocupó Jesús por las necesidades de las mujeres, y cuán involucradas
estuvieron ellas en el ministerio de Cristo. En los días de Jesús, las mujeres
eran consideradas de poco valor: algunos hombres judíos agradecían a Dios
porque no eran esclavos, ni gentiles, ni mujeres. Las sociedades griega y
romana trataban a las mujeres en forma aún peor. La cultura romana desarrolló
su permisividad hasta una licencia ilimitada. Un hombre a menudo tenía una
mujer para tener hijos legítimos que heredaran sus posesiones, y tenía
concubinas para sus propios placeres pecaminosos.