Ha tenido que ser un filósofo judío agnóstico, como es Bernard-Henri Lévy, el que ha sido capaz de apreciar en toda su problemática lo difícil que es ser cristiano en algunas partes del mundo. Desde las páginas de "El País" este hombre reflexiona por la difícil situación que están pasando hombres y mujeres por evocar el cristianismo sin desacreditarlo. Bernard-Henry Lévy afirma que es necesario defender a los cristianos perseguidos en todo el mundo, comenzando por Asia Bibi, la mujer condenada a morir en Pakistán acusada de blasfemia
Comienza su artículo diciendo que mientras el mundo considera un delito el antisemitismo, y los perjuicios antiárabes o antigitanos son criticados por gobiernos y gobernantes, la violenta fobia anticristiana que recorre el mundo no parece tener repuesta, por ningún país ni tan siquiera por los estamentos cristianos.
Dice que hoy los cristianos constituyen, en escala planetaria, la comunidad más perseguida del mundo".
Esta frase, "ha sorprendido, y ha provocado cierta agitación aquí y allá". Para probar su afirmación enumera diversos casos como la reciente masacre contra los siro-católicos en Irak donde murieron 58 personas, la prohibición del culto cristiano en Irán, la persecución anti-cristiana en la Franja de Gaza, en Sudán, contra los evangélicos en el país africano de Eritrea, el asesinato reciente de un sacerdote en El Congo y la persecución violenta contra los cristianos en la India.
Y nosotros nos preguntamos ¿existe acaso permiso para matar cuando se trata de hombres y mujeres que no comparten la misma forma de pensar que los que gobiernan? ¿Un permiso para oprimir, humillar, martirizar?
¡¡¡Hasta cuando!!!
Si quieren leer el artículo del periódico les dejo este enlace