Dios nos esta llamando a la guerra

"Proclamad esto entre las naciones, proclama guerra, despertad a los valientes, acérquense, vengan todos los hombres de guerra"

(Joel 3.9).

Cuando hablamos de guerra espiritual, pensamos inmediatamente, en cartografía espiritual, en espíritus malignos, en rodear una ciudad para tomarla, en esparcir aceite en un terreno para tomarlo en el nombre del Señor, otros clavan estacas con textos en las 4 esquinas que rodean a una ciudad, etc......pero el verdadero objetivo de la guerra espiritual no es destruir a Satanás ó a los principados y potestades, sino, rescatar a aquellos que están bajo su dominio, rompiendo todo tipo de maldiciones y ataduras. Esto quiere decir que nuestra atención debe estar centrada en las personas y no el diablo.

Es Necesario que en todas Iglesias exista un equipo de cristianos valientes, escuderos, intercesores, personas de testimonio y oración dispuestos a trabajar a diario contra las tinieblas, que estén orando, desatando poder y autoridad, en el nombre del Señor y haciendo guerra sobre toda potestad.

Hombres y mujeres preparados y con experiencia que estén listos a predicar el evangelio a otros con demostración del poder del Espíritu Santo, derribando las fortalezas personales, mentales, filosóficas, ideológicas y doctrinas falsas. Cristianos que en sus Iglesias son columnas que defienden la obra de toda forma de ataque del maligno y que rodean al pastor, a su familia y a la Iglesia con sus oraciones. Hacen falta guerreros de fe, serios, honestos, que sepan doblar las rodillas en oración, y que no le teman a nada

Con esta actitud de lucha y con guerreros con estas características se destruyeran las potestades, y el Evangelio será esparcido y aceptado más fácilmente por las personas, y de esta manera crecerá el número de creyentes, las personas podrán entender mejor la verdad, y se cortara toda influencia satánica sobre las familias y sobre nuestras ciudades, y la gente buscara con más libertad a Dios.

Sed un GUERRERO DE CRISTO y pelea por tu vida y por las millones de almas que se están perdiendo sin Dios y sin esperanza.