Hay muchas personas que piensan que las leyes de Dios son
onerosas en número y en detalle. Pero Dios en su sabiduría reduce toda ley de
Dios a dos reglas simples para la vida: amar a Dios y amar al prójimo. Pero seguro que al oír estos mandamientos nos
preguntemos ¿Cómo amo yo a Dios?
Hay una anécdota que nos cuenta que cierto día un profesor
estaba dando una clase acerca del amor, cuando se le acerco un alumno y le
pregunto: Profesor, no estoy
realmente seguro de que entendí una cosa, el primer y gran mandamiento es amar al Señor
Dios con todo nuestro corazón, alma y mente, pero ¿cómo amo yo a Dios? El no
tiene necesidades. ¿Cómo le he de mostrar a El que le amo?
El profesor le contesto, la Biblia como siempre nos da la respuesta a su pregunta. Jesús dice:Porque tuve hambre, y
ustedes Me dieron de comer; tuve sed, y Me dieron de beber; fui extranjero, y
Me recibieron; estaba desnudo, y Me
vistieron; enfermo, y Me visitaron; en la cárcel, y vinieron a Mí. "Entonces los justos le responderán,
diciendo: Señor, ¿cuándo Te vimos hambriento y Te dimos de comer, o sediento y
Te dimos de beber? ¿Y cuándo Te vimos como extranjero y Te recibimos, o desnudo
y Te vestimos? ¿Cuándo Te vimos enfermo o en la cárcel y vinimos a Ti? "El
Rey les responderá: 'En verdad les digo que en cuanto lo hicieron a uno de
estos hermanos Míos, aun a los más pequeños, a Mí lo hicieron.[1]
Cuando se ama a las personas, estamos amando a Jesucristo. Cuando
aquellos que le son preciosos a Jesús llegan a ser preciosos para nosotros, se está amando a Dios con todo el corazón, alma y mente. No se ama realmente a Dios sino nos
convertimos en un canal de su amor para satisfacer las necesidades de nuestro prójimo. El amor es
satisfacer necesidades.
El mayor ejemplo de que amar es satisfacer la necesidad de nuestro prójimo, como siempre nos lo dio el mismo Jesucristo: “Porque de tal manera amó Dios al mundo que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree no se pierda, mas tenga vida eterna” [2]
Cuando Jesús murió en la cruz por nosotros no fue por un
simple sentimiento. Fue nuestra necesidad la que lo clavó a la cruz. Sentía
algo muy profundo por nosotros Jesucristo contempló nuestro pecado y vio nuestra
gran necesidad, y la cubrió, dando su
vida por nosotros. Dios nos amó y satisfació nuestras necesidades. “Mas Dios
muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió
por nosotros” [3]
No hablemos de ganar al mundo si no amamos a Dios. No hablemos
de ganar al mundo si no tomamos el tiempo necesario para satisfacer las necesidades
de nuestro prójimo. No hablemos de ganar
al mundo si no tomamos el tiempo necesario para satisfacer las necesidades de nuestra familia. Nosotros tenemos que ser un canal de
amor. Recuerde, el amor es acción. Es hacer. El amor es satisfacer necesidades.
[1].- Mateo 25.35-40
[2].- Juan 3.16
[3].- Romanos 5.8
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