27 agosto 2011

Cree en aquel que justifica al impío

Esta semana he tenido una conversación muy interesante, intentaba hacer entender a una señora que la salvación que nos da el Señor es gratuita, sin ningún coste, por medio de la fe en Cristo Jesús. Cuando esta señora se da cuenta de que Dios nos salva mediante la fe, empiezan a inquietarse, y a hacerse un montón de preguntas. "¿Tengo suficiente fe?", se preguntan. "¿Es mi fe suficientemente sólida para salvarme?"

Mi respuesta fue, no es “nuestra” fuerza, ni “nuestra” maneras. Jesucristo es el que nos salva, no nuestros sentimientos ni nuestras obras. Por débil que sea nuestra fe, El es suficiente para salvarnos. Jesús nos ofrece la salvación gratuitamente porque nos ama, no porque la hayamos ganado mediante una fe poderosa.

Hay una experiencia del pueblo de Israel después de su salida de Egipto y durante el tiempo que permaneció en el desierto del Sinaí, (Números 21.4-9) Esta historia nos recuerda el método que se valió Dios para liberar a su pueblo del juicio. Le mando a Moisés que fabricase una serpiente de bronce y que la levantarse de tal modo que todo aquel que la mirase se salvase.

Podemos sacar algunos principios de este ejemplo en lo que se refiere a la fe que conduce a la salvación.

“No es mi fe lo que me salva, sino Jesucristo”, en este ejemplo la persona que mira a la serpiente no está haciendo otra cosa que tomar a Dios al pie de la letra y es precisamente por este motivo por lo que Dios sana a esta persona. Nuestra fe en Dios es nuestra respuesta afirmativa a lo que El dice.

“No es la fuerza de mi fe la que me salva sino Jesucristo” Todo el que miraba a la serpiente era sanado, tanto si lo hacía con una enorme fe, como si lo hacía albergando alguna duda. Todo aquel que deposita su confianza en Jesucristo es salvo, no por causa del poder de su fe, sino por la omnipotencia de aquel en el que se confía.

¿Cuál es entonces el papel de la fe? Fe es creer y confiar en Jesucristo y aceptar el don maravilloso de la salvación

20 agosto 2011

El Futbol y la violencia no son buenos compañeros

Como buen aficionado al futbol, disfruto de los grandes partidos, y el reciente choque entre Barca y Madrid lo era.

Contemple asombrado y enfadado cómo algunos deportistas de los llamados privilegiados por sus condiciones para el deporte, como por sus honorarios y modelos para nuestra juventud se comportaban, simplemente como auténticos energúmenos.

¿Cómo podremos enseñar y exigir a nuestros hijos, respeto en la vida si sus ídolos deportivos se agreden e insultan delante de medio mundo?

Cuántas veces hemos oído la famosa frase de “Algún día pasara algo grave” Pues creo a mi humilde parecer que ya está pasando algo grave; como aficionado al deporte y como defensor de los valores para el crecimiento de los seres humanos, (el respeto, la tolerancia, la honestidad, la lealtad, el trabajo, la responsabilidad), veo que estos partidos están causando un daño irreparable para nuestros hijos, y para toda la juventud que ven a estos deportistas como ídolos a imitar, por no hablar de la imagen que trasmitimos a otros países donde ven a estos equipos como los mejores del mundo.

Días atrás publiqué una foto en FB referente a la rivalidad deportiva entre el Barcelona y el Real Madrid y exhortaba a ambos equipos a afrontar sus duelos con deportividad.

Todo indica que la exhortación fue en vano.

Resumiendo el partido muy bueno de gran calidad, la escena final propia de una banda de barriobajeros, hubiera resultado cómica de no ser patética.

19 agosto 2011

Nunca os conocí

(Mateo 7.21) No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos………………………

Algunos aficionados al futbol pueden "hablar" de los bien que juega su equipo favorito, leer todos los días la prensa deportiva o conocerse de memoria la alineaciones de los equipos; pero eso no quiere decir que sepan jugar al futbol. Y no todo aquel que habla del cielo pertenece al Reino de Dios. Jesús está más interesado en nuestro andar que en nuestro hablar. El quiere que hagamos lo correcto, no que solo nos expresemos con corrección.

Jesús desenmascaró a las personas que aparentaban ser religiosas pero no tenían una relación personal con El. En el Día del Juicio, solo nuestra relación con Cristo, nuestra aceptación de El cómo Señor y Salvador y nuestra obediencia a Él, será tomada en cuenta.

Muchas personas piensan que si son "buenas" y aparentan religiosidad serán premiadas con la vida eterna. La fe en Cristo es lo que se tendrá en cuenta en el juicio, cuando Dios castigará el pecado y premiará la fe.

Cristo nos muestra que no bastará reconocerlos como nuestro Señor y Salvador sólo de palabra y lengua. Es necesario que creamos en Cristo, que nos arrepintamos de nuestros pecados, que vivamos una vida santa, que nos amemos unos a otros.

Nuestra casa (Mateo 7.24) resistirá las tormentas de la vida si hacemos lo que es correcto. Lo que nosotros hacemos no se puede separarse de lo que creemos.

13 agosto 2011

El Privilegio y la Resposabilidad

Cada privilegio conlleva una responsabilidad. No podemos tener una sin la otra. Si quiero disfrutar del privilegio de un coche, necesito mantenerlo en buenas condiciones; si quiero casarme, debo cumplir con los deberes matrimoniales; si quiero trabajar, he de ser responsable y cumplir con lo que se me asigne.

Nosotros como cristianos tenemos un privilegio, somos Hijos de Dios, entonces, ¿Cuál es nuestra responsabilidad en relación con este gran privilegio? : Servirle, involucrarse en las cosas de Dios, servir en la iglesia donde uno asiste. Los apóstoles que Cristo llamó, los preparó y los envió a servir. Así que, si queremos disfrutar del privilegio, debemos aceptar la responsabilidad. Pero esa responsabilidad la tenemos que hacer lo mejor posible, es decir de acuerdo con el plan de Dios.

El privilegio de Pablo era haber tenido un encuentro personal con Cristo, y la responsabilidad en la vida de Pablo era glorificar a Dios y traer gente a Cristo. Por esta razón se mantuvo libre de cualquier posición filosófica, teológica o atadura material que tendiera a apartarlo de su responsabilidad; se impuso una disciplina estricta para lograr su objetivo

Pablo dice que tiene la libertad para acomodarse a cualquier situación,

Me he hecho débil a los débiles, para ganar a los débiles; a todos me he hecho de todo, para que de todos modos salve a algunos. Y esto hago por causa del evangelio, para hacerme copartícipe de él.

(1 Corintios 9.22-23)

No podemos llegar a ninguna clase de evangelismo, o de amistad, sin hablar el mismo lenguaje y pensar las mismas ideas de otros. Pablo, el modelo de misioneros, que ganó a más personas para Cristo que ningún otro, se dio cuenta de lo esencial que es hacerse todo a todos. Una de las mayores necesidades que se nos presentan es la de aprender el arte de entendernos con la gente; y el problema más grave es que, la mayor parte de las veces, ni lo intentamos.

Para ello Pablo nos da varios principios importantes para el ministerio:

(1) Encontrar puntos comunes con las personas que nos relacionamos.

(2) Evitar la actitud del sabelotodo.

(3) Procurar que los demás se sientan aceptados.

(4) Ser sensibles a sus necesidades y preocupaciones.

(5) Buscar oportunidades para hablarles de Cristo.

Estos principios que fueron tan valiosos para Pablo, hoy son valiosos para nosotros mismos.

10 agosto 2011

“Ellos necesitan nuestra ayuda”

Las vidas de unos 800 mil niños están en grave riesgo en el Cuerno de África a causa de la hambruna provocada por la sequía.
Naciones Unidas calcula que más de 11 millones de personas en el este de África están afectadas por la sequía, de las cuales 3,7 millones se encuentran en Somalia.

La tragedia es tan grande que, cuando uno empieza a verlo de cerca es muy difícil pensar en otra cosa. Aunque nadie tiene la solución a tan complicado problema, lo que parece claro es que se tendrá que involucrar los políticos, los gobiernos, instituciones internacionales como la ONU, el FMI o el Banco Mundial y a los líderes empresariales de todo el planeta para intentar buscar una solución ante tan gran problema.

Mientras tanto ¿qué podemos hacer nosotros, los ciudadanos de a pie? Esta es una pregunta que me he hecho mucho últimamente.

En el mundo, hay mucha gente que ve horrorizada el deterioro continuo de la situación en África y tiene ganas de hacer cosas y ayudar. Mucha gente se siente, es y quiere seguir siendo, solidaria.

El problema es que pensamos que tampoco tenemos mucho que ofrecer, y que solamente podemos enviar cinco, tres, o un euro, y que como es tan poco quizás no merezca la pena, pero esto es un error, quizás sea algo de poca importancia, una menudencia, sin embargo, con nuestro euro y el euro, de otras personas podemos conseguir mucho, esto nos invita a no menospreciar las cosas pequeñas pues si no son suficientes por sí mismas, al menos sí que son parte para conseguir algo más importante.

Quizás tu aportación no pueda solucionar nada, pero la tuya más la mía, mas la de nuestro vecino y así sucesivamente podamos hacer algo por esos niños. Si tan solo cada persona aportara un euro, podríamos ayudar a estos niños a que no se fueran a la cama, día tras día semana tras semana, sin apenas un grano de arroz en sus estómagos

Seguro que nuestras pequeñas aportaciones no corten la hambruna en África, pero estés seguro que salvara alguna vida

“Cada seis minutos muere un niño en el sur de Somalia”. Pensemos en esto que muchos otros morirán si tú o yo no hacemos algo por ayudar. No perdamos más tiempo enviemos un donativo, porque como dice el dicho: Un grano no hace granero, pero ayuda al compañero.

05 agosto 2011

¿Que es un amigo?

Las redes sociales están alterando nuestra forma de relacionarnos, hasta el punto de hacernos creer que basta con un click para hacer un amigo.

¿Pero que es un amigo?

La amistad es una relación de afecto que se establece entre dos personas y que muchas veces sobrepasa la fuerza de una relación familiar. El hombre que tiene amigos ha de mostrarse amigo; Y amigo hay más unido que un hermano. (Proverbios 18.24).

La Biblia contiene bellísimos ejemplos de amistad humana: David y Jonatán (1 Samuel 18.1; 2 Samuel 1.26), Rut y Noemí (Rut 1.16-18),

Husai y David (2 Samuel 15.37; 16.16), Pablo y Timoteo (2 Timoteo 1.2).

Pero hay una dimensión más maravillosa en la relación de amigo: Abraham es llamado "amigo de Dios" (Isaías 41.8) por la intimidad de sus relaciones con Él; el Señor Jesús llama a sus discípulos amigos en virtud de esa misma relación íntima. Vosotros sois mis amigos, si hacéis lo que yo os mando. (Juan 15.14)

Debemos amarnos unos a otros como nos amó Jesús, y El nos amó tanto que dio su vida por nosotros. Tal vez no sea necesario que demos nuestra vida por otro, pero existen otras formas de practicar la amistad: escuchar, ayudar, alentar, dar.

Piense en alguien en particular que necesite hoy esta clase de amistad y dele todo el amor que pueda y luego trate de dar un poco más.

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